Las fajas son muy beneficiosas y muy importantes, no sólo para moldear la figura o realzarla, sino también se utilizan después de intervenciones quirúrgicas para que las heridas cicatricen mejor o para ayudar a bajar inflamaciones.
A menudo tenemos una fiesta a la que queremos ir radiantes e impresionantes y al querer probarnos el vestido deseado, que nos sobran un par de kilos y que no podemos bajarlos en tan corto plazo. Si nos decidimos poner un faja, vemos los resultados de inmediato. En cuanto nos ponemos el vestido deseado notamos que la barriga ha desaparecido y que los glúteos han subido y se ven más moldeados. O sea que con la faja logramos disimular esos molletes obteniendo unos resultados estupendos. Además, si la utilizas diariamente lograrás moldear tu figura a la larga.
Hay diferentes tipos de fajas para las diferentes partes del cuerpo: Hay fajas para el abdomen, las piernas, los glúteos o fajas de medio cuerpo (cubren las áreas antes mencionadas). El modelo de la faja que vayas a comprar debe ir acorde a la ropa con la que la vayas a usar y a las áreas del cuerpo que quieras reducir.
A la hora de elegir la faja mira bien que talla necesitas y para qué la necesitas. Aunque la faja tiene que apretar y quedar muy ajustada, tienes que pensar que la debes de llevar muchas horas y debería de ser una prenda con la que te sientas cómoda.
Las mejores fajas son las de tela antialérgica y con vitamina E para que no lastime tu piel y la nutra. Las mujeres que se realicen intervenciones quirúrgicas como una lipotransferencia en los glúteos o una laserlipólisis deben usar obligatoriamente una faja apenas salgan del quirófano.